jueves, 16 de mayo de 2019

Miles de estudiantes marchan contra los recortes de Bolsonaro

Las manifestaciones son la primera muestra de descontento popular contra el polémico presidente brasileño que tilda a los jóvenes de "tontos útiles"

Miles de manifestantes se han echado a las calles de Brasil este miércoles en protesta por los recortes anunciados, o sugeridos, por el Gobierno de Jair Bolsonaro bajo lemas como “la educación no es gasto, es inversión”. Son la primera gran muestra de descontento popular contra el polémico presidente que lleva en el poder cuatro meses y medio. Bolsonaro, que está de visita en Estados Unidos, ha respondido insultando a los estudiantes. Les ha llamado “tontos útiles, unos imbéciles, que están siendo utilizados por un minoría que compone el núcleo de las universidades federales de Brasil”, ha declarado en Dallas cuando le han preguntado por las movilizaciones, informa Folha.
"Lo que dice Bolsonaro es absurdo, es una ofensa a los que hemos salido a la calle. Quiere acabar con el país y no tiene respeto alguno", sostiene la bibliotecaria Vanessa Martins en medio de la marcha que recorría la avenida Paulista de São Paulo.
Una parte considerable de las universidades públicas federales –el alumnado, el profesorado y el resto del personal- se han sumado a la huelga contra los recortes. Los manifestantes han marchado en las principales ciudades del país incluidas São Paulo, Río de Janeiro, Brasilia y Belo Horizonte. Miles de protestantes se han movilizado en la principal avenida de São Paulo divididas en tres bloques con los sindicatos a la cabeza, seguidos por los universitarios y con los representantes de los partidos como cierre.
Las declaraciones de Bolsonaro y sus fieles han considerado que las universidades públicas son un nido de izquierdistas a los que quisieran neutralizar. Pero el detonante de las movilizaciones estudiantiles fue el reciente anuncio de que un 30% del presupuesto de algunas universidades públicas será congelado para cumplir los objetivos de déficit y la eliminación de 3.000 becas de investigación aunada a las declaraciones despectivas del ministro de Educación, Abraham Weintraub, sobre el colectivo. Los recortes llegaron poco después de que el propio Bolsonaro tuiteara su intención de desviar parte de la financiación de las carreras de Sociología y Filosofía a lo que considera "carreras más productivas para el bolsillo del contribuyente". Poco tardaron los indignados científicos y otros universitarios en salir de sus laboratorios y aulas para expresar su descontento con los planes del Gobierno.
Las protestas, que comenzaron en las redes sociales plantando cara a los bolsonaristas que dominan ese ámbito, se trasladaron a la calle la semana pasada con una pequeña protesta ante el museo MASP de São Paulo, pero este miércoles han sido multitudes las que han exhibido su enfado en las calles de algunas de las principales ciudades del país. Simultáneamente, el ministro explicaba los recortes en la Cámara de Diputados poniendo a Corea del Sur como ejemplo de excelencia educativa. Y Bolsonaro tenía provisto reunirse con George Bush en Dallas, donde este jueves recogerá un premio que iba a recibir en Nueva York, pero que tuvo que cambiar de ciudad por el boicoteo empresarial e institucional.
Weintraub encendió la ira de los universitarios primero al anunciar que cortaría las subvenciones a las universidades que causaran desorden y caos. Y luego al echar mano de cien chocolatinas para explicar, de manera didáctica, los recortes en una retransmisión de Facebook junto a Bolsonaro. “La educación no son chocolatinas”, decía otra de las pancartas exhibidas.

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