Una cena donde se sirvió filete con quinoa y el arriendo de un robot inteligente, fueron algunos de los gastos que Presidencia, Hacienda y Cancillería destinaron para el evento que congregó a economistas extranjeros y nacionales, autoridades y empresarios. En total, el seminario tuvo un costo de $32,9 millones.
Una cena en el club de golf Los Leones, servicios de traducción y el arriendo de un robot inteligente. Esos fueron algunos de los gastos que el gobierno de Sebastián Piñera destinó para el seminario “Chile en Marcha: un análisis del camino al desarrollo” realizado entre el 13 y 14 de diciembre.
El evento fue la oportunidad donde el Ejecutivo discutió sobre el estado de la economía chilena y también donde se inauguró el nuevo slogan “Chile en Marcha”, ese que dejó atrás el muy criticado “Tiempos Mejores”. El seminario contó con la presencia de reconocidos economistas extranjeros –entre ellos Robert Engle, premio Nobel-, los ministros Felipe Larraín (Hacienda), José Ramón Valente (Economía) y ex autoridades del gobierno de Michelle Bachelet como Rodrigo Valdés y Alejandro Micco.
También asistieron parlamentarios como los senadores RN, Manuel José Ossandón y José García Ruminot, autoridades como el presidente del Banco Central, Mario Marcel, y ex miembros de esa entidad como Vittorio Corbo, José De Gregorio y Rodrigo Vergara.
La Tercera PM solicitó vía transparencia el detalle de las compras, arriendos y pago a proveedores externos hechos para el seminario que contó con desayunos, almuerzos y dos cenas privadas. Y la respuesta a eso llegó desde tres reparticiones públicas: Presidencia, el ministerio de Hacienda y la Cancillería. Cada una de ellas ocuparon parte de sus recursos para la realización del seminario y que, en total, sumaron $32.906.928.
El evento se realizó ocho meses después de que el propio Piñera haya anunciado un Plan de Austeridad para el gobierno central y que contemplaba reducir los gastos en publicidad, difusión, suscripciones, representación, protocolo y ceremonial, entre otros.
“Para poder ser un país desarrollado, vamos a tener que unir fuerzas, porque ‘las casas divididas -como decía Abraham Lincoln- no llegan a ninguna parte’, y porque la historia nos ha enseñado que cada vez que Chile dedica sus mejores fuerzas a una lucha fratricida entre nosotros mismos, hemos cosechado nuestras más amargas derrotas”, dijo Piñera el viernes 14 en una de las actividades que dio inicio al foro.
Ese discurso de Piñera fue escuchado desde las primeras filas por una serie de economistas estadounidenses: Engle quien recibió el Nobel en 2003; Maurice Obstfeld, economista jefe del Fondo Monetario Internacional; Barry Eichengreen, profesor de la Universidad de California, en Berkeley, y Laurence J. Kotlikoff, profesor de la Universidad de Boston.
Si bien eran ellos los más reconocidos, también se invitó a expertos en economía de otros países. Por eso, los gastos en pasajes aéreos fue el ítem donde más se gastó para el seminario: 39 mil dólares destinó la Cancillería para esto, aproximadamente $29 millones de pesos. El ministerio que dirige Roberto Ampuero también se hizo cargo del alojamiento y el transporte de los invitados con un costo total de $2.094.852.
Filete con quinoa y un robot
Con el ministerio de Relaciones Exteriores a cargo de los pasajes, el alojamiento y el transporte, Presidencia se hizo cargo de las actividades que se realizaron en el palacio de La Moneda y también de las órdenes de compra que se realizaron para el evento.
Luego de que por más de cuatro horas expusieran Piñera, Larraín, la consejera del Banco Central, Rossana Costa y uno que otro economista extranjero invitado, se realizó un café para 250 personas. “Palitos de verduras con salsa de yogur, tapaditos ave pimentón, vasos de fruta, chilenitos, jugo piña albahaca y jugo de mango” fueron algunas de las cosas que se ofrecieron durante esa recepción y que tuvo un costo de $282.239.
Además, ese mismo día, en la noche, se realizó una cena en La Moneda donde solo asistieron 15 personas principalmente autoridades y los economistas invitados de Estados Unidos. Se sirvió una entrada de tártaro de atún, el plato de fondo consistió en “filete con tomillo y limón acompañado de ensalada de pepino y timbal de quínoa con palta, tomate y almendras” y un “postre de limón en masa filo con salsa de frutos rojos”. Esa cena tuvo un costo de $109 mil.
Sin embargo, desde Presidencia informaron que tanto el café como la cena fueron elaboradas por las personas que trabajaban diariamente en el casino de Palacio.
“La Presidencia de la República organizó un café y almuerzo para esta actividad, los cuales no implicaron gasto adicional alguno, ya que los insumos utilizados para su realización formaban parte del stock de bodega de la Presidencia de la República. Ambas comidas fueron elaboradas por el personal del Departamento de Repostero Presidencial y Casino General de esta Institución en el ejercicio de sus funciones y con insumos que ya se encontraban en dicho Departamento, por lo cual no se contrató productora ni banquetera para dicha ocasión”, se lee en la respuesta que se entregó desde el gobierno.
Asimismo, Presidencia se hizo cargo de las tres compras que se realizaron para este evento a través del portal de Mercado Público. La primera compra fue un servicio de traducción simultánea que se hizo. Eso, tuvo un costo de $770 mil. A eso se sumó la compra de una gigantografía por $23 mil y, lo más peculiar, el arriendo por cuatro horas de un robot que costó $595 mil.
Fue Kotlikoff quien expuso ante los asistentes sobre robótica. Por eso, el robot arrendado -que es usado por casas comerciales y tiene una pantalla touch en su cabeza- sirvió de complemento para la exposición del profesor de la Universidad de Boston.
Desde Hacienda, en tanto, aseguraron que los expositores invitados, tanto los extranjeros como los nacionales, no cobraron por su participación.
Sin embargo, la subsecretaría de Hacienda sí se hizo cargo de al menos dos eventos del seminario: una “cena de trabajo” realizada en el Club de Golf Los Leones, que tuvo un costo de $287 mil y una recepción y almuerzo que tuvo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, que se realizaron en las dependencias ubicadas en calle Teatinos con cuatro de los economistas invitados al evento.
Esas dos actividades costaron $2.638.889 y fueron proveídas por María Eliana Cornu, una productora que ya había prestado servicios al estado y que figura como “experta en gastronomía y eventos” en el portal de Gobierno Transparente.
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