Este viernes 20 de octubre ve la luz Expectativas, el nuevo álbum de Enrique Bunbury, y primera colección de canciones originales que el popular rockero español lanza desde que Palosanto viera
la luz en 2013. A poco del lanzamiento, y en medio e los ensayos de la
gira que lo llevará por España en diciembre, el músico zaragozano
respodió a las preguntas de HOLA! USA vía e-mail.
Han pasado cuatro años desde el lanzamiento de Palosanto. No sueles dejar pasar tanto tiempo entre álbumes de estudio. ¿Cómo describirías este período que llevó a Expectativas?
Tienes razón. Prefiero grabar y mostrar mi trabajo con más fluidez.
Cuatro años es mucho tiempo. ¡No volverá a pasar! Pero, cuando había
terminado el tour de Palosanto (2013) y me disponía a grabar el nuevo disco, me ofrecieron el Unplugged (El Libro de las Mutiaciones,
2015), y nos embarcamos en otra larga gira. Fue un tour fantástico. El
publico lo pasó muy bien revisando los clásicos. Lo que saqué de
positivo fue que tuve más tiempo para componer más canciones y pude ser
más selectivo y, creo, que esta vez he acertado más en la diana.
¿Cuál era el concepto que tenías en mente al escribir y grabar Expectativas?
No partí de ningún concepto concreto. Iba componiendo canciones
diferentes sin ninguna idea prefijada y, fue al final, a la hora de
seleccionar el material para el disco, cuando me di cuenta que había un
hilo conductor. Es un disco oscuro, sin mucho lugar para la esperanza,
que retrata el tiempo que me ha tocado vivir.
En el video de la grabación del álbum,
se perciben dos cosas: se te ve muy involucrado intentando encontrar
los sonidos perfectos para cada canción, y también, de alguna forma,
componiendo en el estudio. ¿Qué tan cercanas son esas impresiones de la
realidad?
Ejercer como compositor, intérprete y productor de tu propio disco te
obliga a desdoblarte. Así que intenté llegar al estudio con el trabajo
de composición muy bien armado. Para poder concentrarme en el sonido y
en las partes que necesitaba grabar para ofrecer un diseño de producción
actual, moderno y contemporáneo. El trabajo en el estudio de grabación
me parece fascinante. Es una parte del proceso que disfruto muchísimo,
pero requiere concentración y seriedad.
¿Cómo te explicas esa conexión especial que tienen tus fans en Estados Unidos y México contigo?
La conexión con México y USA y el resto de Latinoamérica, proviene
—supongo— de mi profunda admiración y respeto por las distintas culturas
de la región. Y por las visitas continuadas para establecer un contacto
más estrecho con mi público en cada país. Me encanta girar y no puedo
esperar por volver a la carretera y reencontrarme con todos.
Una de las canciones del disco que llama la atención
es "Bartleby (Mis dominios)". ¿Sueles inspirarte en la literatura para
componer?
“Bartleby” está basada en el personaje del relato de Herman Melville.
Es un personaje fascinante que a cada recado de su jefe, le responde:
“Preferiría no hacerlo”. Cada vez me parece más interesante, respetable y
admirable esta actitud ante la vida. Dedicarse a la contemplación y al
“dolce far niente”, alejarse de las leyes de los hombres. ¡Qué valentía y
coraje hace falta para adoptar esta postura!
En "La actitud correcta" haces una crítica social a los posers. ¿Hay algo que te haya inspirado particularmente a escribirla?
No soy de los que piensan que los grupos actuales no tienen calidad y
no ofrecen nada nuevo. Nada más lejano a mi pensamiento. Admiro mucho
la actual escena española y latinoamericana. Estamos viviendo un momento
glorioso y la calidad de las nuevas bandas y autores es maravillosa, en
Chile, en Colombia, en Argentina, en México, en España… No es mi
intención criticar a los grupos de actualidad. Son compañeros y los
quiero y los respeto. En cuanto a “La Actitud Correcta”, todos conocemos
a algún músico que se podría ajustar a la descripción.
En varias canciones ("Parecemos tontos", "En bandeja de
plata", por ejemplo, pero también en "Lugares comunes, frases hechas"),
hay también mucha crítica social — una mirada crítica a las estructuras
sociales de nuestros días. ¿Qué te ha llevado a este punto? ¿Crees que
estamos viviendo tiempos más complejos y difíciles que hace medio siglo,
por ejemplo?
Sí tienes razón, hay varias canciones con una clara crítica social. Y
en otras, se cuelan versos que también hurgan en la herida. He
intentado que el disco reflejara los tiempos que vivimos. Y no veo
muchas razones para el optimismo. Hay focos de luz en medio de la
oscuridad. Hay pensamientos que nos pueden llevar a un cambio de rumbo
global.Y no dudo que sea así, pero deberiamos concentrarnos en serio y
no permitir que nuestros gobernantes abusaran del poder que dejamos en
sus manos. Y, nosotros, revisar planteamientos que damos por sentado.
A pesar de esa mirada crítica, hacia el final del álbum
incluyes "Mi constante", una canción romántica y optimista. Lo mismo con
"Supongo": cantas que, a pesar de no tener certezas, sigues adelante.
¿Es ése el mensaje central de Expectativas?
Sí, la parte final del disco pone el foco en pequeños refugios como
esas dos canciones que citas, “La Constante” y “Supongo”, en las que el
amor aflora como salvación y consuelo. O, en otras, como “Al Filo de un
Cuchillo”, en la que hablo de mi relación con el proceso creativo y el
arte. O en “Bartleby” que habla de la desconexión con un mundo de
falsedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario