La artista salió de su retiro en 'Cantora' para veranear en Ibiza.
Tras varios meses de ausencia, Isabel Pantoja reapareció sobre los escenarios el pasado mes de junio para ofrecer un concierto en Sevilla en el que estuvo arropada no solo por su público (recibió el cariño de más de 14.000 seguidores incondicionales) sino también de su familia, que ha sido siempre su mayor apoyo. Después, en julio volvimos a verla durante su actuación en Murcia pero, desde entonces, poco o nada se ha sabido con certeza de su día a día, de su estado de ánimo o de si realmente permanecía en Cantora.
Según fuentes cercanas a la cantante, la mayor parte del tiempo sí lo pasa en su finca sevillana, donde se siente segura y alejada de las miradas críticas, a la espera de celebrar sus tres próximos conciertos, en Miami, Puerto Rico y Bilbao. Hace unos días, sin embargo, Isabel era fotografiada en una de sus facetas más desconocidas, la de suegra y abuela. La artista salió de su retiro para viajar a Ibiza, donde se le vio también disfrutar, prácticamente de sus primeras vacaciones en estos últimos años, junto a la mujer de su hijo Kiko Rivera, Irene Rosales, que se encuentra en su tercer mes de embarazo, y su nieta, Ana, de la que estuvo pendiente en todo momento.
Este mes de agosto es especial para Isabel Pantoja. La cantante, que celebró sus 61 años el pasado día 2 en su finca de Cantora, en Cádiz,
puso rumbo a Ibiza para descansar unos días. Se trata del primer
veraneo de la artista en esta nueva etapa de su vida, que comenzó el día
que salió de la prisión sevillana de Alcalá de Guadaíra, el 28 de
octubre de 2016.
En el concierto que ofreció en junio en la capital hispalense, Pantoja recibió el aplauso de más de 14.000 seguidores.
Y su objetivo de descansar también ha resultado un éxito: según publica
el «Diario de Ibiza», en una casa de la localidad de San José, Isabel
ha podido disfrutar de la compañía de la mujer de su hijo Kiko Rivera, Irene Rosales -embarazada de tres meses, tal y como refleja la imagen- y su nieta, Ana. Además de sus familiares,
la tonadillera pasó el tiempo junto a un grupo de amigos, que
estuvieron junto a ella en sus cuatro días de sol y playa, para regresar
a Cantora la noche del pasado lunes.
Y para despedirse de la isla, organizó una cena con sus familiares y amigos en un restaurante del paseo marítimo de la capital.
El reposo de Isabel Pantoja junto a algunos de sus seres queridos
-faltaron sus hijos Kiko e Isabel- ha resultado más que necesario para
tomar impulso para sus nuevos conciertos, que tendrán lugar en octubre
en las ciudades de Miami, San Juan de Puerto Rico y Bilbao. En otoño, la
tonadillera cumplirá un año en libertad.
En el concierto que ofreció en junio en la capital hispalense, Pantoja recibió el aplauso de más de 14.000 seguidores. Y su objetivo de descansar también ha resultado un éxito: según publica el «Diario de Ibiza», en una casa de la localidad de San José, Isabel ha podido disfrutar de la compañía de la mujer de su hijo Kiko Rivera, Irene Rosales -embarazada de tres meses, tal y como refleja la imagen- y su nieta, Ana. Además de sus familiares, la tonadillera pasó el tiempo junto a un grupo de amigos, que estuvieron junto a ella en sus cuatro días de sol y playa, para regresar a Cantora la noche del pasado lunes.
Y para despedirse de la isla, organizó una cena con sus familiares y amigos en un restaurante del paseo marítimo de la capital.
El reposo de Isabel Pantoja junto a algunos de sus seres queridos -faltaron sus hijos Kiko e Isabel- ha resultado más que necesario para tomar impulso para sus nuevos conciertos, que tendrán lugar en octubre en las ciudades de Miami, San Juan de Puerto Rico y Bilbao. En otoño, la tonadillera cumplirá un año en libertad.
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